Si bien en este blog se ha prometido la contemplación, es importante explicar que algunos de los textos, en los que la violencia es marcada, atroz y obscena, esta lo es porque nuestra realidad es así. Es decir, no se hablaría de muerte si todos gozáramos de inmortalidad, ¿No? La violencia existe, es un aspecto social tan común y normalizado que notarlo es tan difícil, aceptarlo es incluso peor, sobre todo cuando está tan internalizado. Desde luego, lo violento en la literatura no subsana nada, pero si enuncia a manera de denuncia lo que ocurre en nuestro entorno. Como lectores debemos ser capaces de aceptar que mucho a nuestro alrededor es violento, desde los tórridos romances hasta las desapariciones. Lo más intrínseco de todo esto es que amerita ser necesario el sumergirse ante esta realidad que cada día es más feroz; sobre todo porque refleja una realidad que no deseamos vivir y que cada día es más latente.
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