El exilio y sus innumerables pérdidas
me hicieron muy liviana con los objetos
poco posesiva
Ya no me interesa conservar una biblioteca numerosa
(vanidad de vanidades)
ni colecciono piedras
botellas cuadros
encendedores
plumas fuentes –así se llamaban en mi infancia
las codiciadas e inasequibles estilográficas
Parker y Mont Blanc–
ni necesito un amplio salón para escribir
al abrigo de los ruidos de la calle
y de los ruidos interiores
El exilio y sus innumerables pérdidas
me hicieron dadivosa
Regalo lo que no tengo –dinero, poemas, orgasmos–
Quedé flotando –barco perdido en altamar–
con las raíces al aire
como los nervios de un condenado
Despojada
desposeída
dueña de mi tiempo
Y con él tampoco soy avara:
sería ridículo pretender administrar
un bien desconocido.
-Cristina Peri Rossi en El arte de la pérdida
¡Gracias! ¡Hermosos los textos que compartes, y la riqueza de tus reflexiones! Disfruto mucho la poesía femenina y me han gustado los poemas compartidos. ¿Conoces a Lucía Rivadeneyra?
ResponderEliminarGracias por leerme. No, no tenía el gusto pero acabo de conocerla y se ve que promete. ¡Gracias!
EliminarSiempre he dicho que tienes muy buenos gustos para escoger tus textos, además, de las reflexiones que llegas a tener con cada uno de los que lees, y después lo compartes con los demás.
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